Hotbook – Football is freedom

IMPRESO

And we’re jammin’ right straight from yard
Yeah![1]

La gente en la tribuna hacía bulla, estaban expectantes porque el balón rodara… En la cancha, algunas miraban hacia las gradas boquiabiertas. Jamás imaginaron algo así. Era penal para Brasil, Andresa se colocó unos pasos atrás de la pelota. Schneider, portera de las Reggae Girlz, contenía la respiración sin parpadear sobre la línea de meta. El estadio estaba en silencio.

En un mundo paralelo:

En su cabeza, tarareaba una y otra vez un par de líneas…

Don’t worry about a thing
‘Cause every little thing gonna be alright
Singing’ don’t worry about a thing[1].

Schneider miraba fijamente la de gajos, respiraba profundo y tarareaba la canción, como su abuelo. Three Little Birds parecía el eco del destino.

El arbitro pitó. Andresa se perfilo con los brazos cruzados. Schneider se movió hacia la izquierda. La estrella brasileña le pegó y Schneider la atajó con la mano izquierda. Las tribunas explotaron de emoción. El balón salió rebotado junto a ella y lo tomó, respiró. La gente rugía en alarido. Brasil seguía ganando a Jamaica un gol a cero en el debut de ambas escuadras en el Mundial Femenino de la FIFA Francia 2019.

La historia de Bob Marley y su pasión por el futbol recorrió cualquier latitud, tanto, que llegó a Francia en el 2019 a través de las Reggae Girlz, y su madrina, Cedella Marley, hija del legendario músico reggae.

Su pasión era la música, la otra el futbol.

A través de la música Bob Marley expresó mensajes de unidad, y paz; pero también utilizó, con mucha armonía, canciones en protesta por la situación social y política que vivía en la isla caribeña. Una de las primeras letras es Concrete Jungle, que con una frase expresa la situación de pobreza y desesperanza que se vivía en los guetos de jamaiquinos: “No chains around my feet/But I’m not free/I know I am bounded in captivity.”. Por supuesto, sin olvidar clásicos como Get Up, Stand up, o War, que hace honor a un discurso del Emperador Etíope Haile Selassie I ante las Naciones Unidas en 1963. Otras más alegres como Jammin expresaban su alegría por disfrutar, vivir y ser libre.

El futbol. Otra historia.

“El futbol es toda una habilidad en sí misma; es todo un mundo, un universo en sí mismo. Me encanta porque tienes que ser habilidoso para jugar. Así que jugamos futbol y tocamos música”[2] decía en una entrevista sentado en el pasto. En algunos videos donde el músico aparece jugando futbol se nota que tenía habilidad, pues lleva el balón controlado entre rivales, la mata de pecho y controla, e incluso la domina en un rondo. “Necesito eso, libertad. Futbol es libertad”, remató entre risas en aquella entrevista. Más allá de sus habilidades con la redonda, cuentan personajes allegados a él que era un jugador competitivo, con mentalidad ofensiva y que entraba fuerte por la pelota. ¿Su ídolo? Pelé.

Durante las giras que realizaba siempre pedía que hubiera un campo cerca donde pudiera jugar con The Wailers, banda a la que pertenecía. Su mejor amigo, futbolista profesional y estrella de la época en Jamaica, Allan Cole, tiempo después se convirtió en su agente e incluso comparte créditos con el músico en la canción War.

Completamente en otra latitud y tiempo. Bob Marley tal vez también lo soñó.

En 2008, en un juego de pretemporada sin importancia, Cardiff enfrentó al Ajax en Galés y durante el medio tiempo, el DJ Ali Yassine tocó Three Little Birds, y desde entonces los fanáticos del equipo rojiblanco entonan su nuevo himno en cada partido disputado en casa. Para él, la libertad y el futbol estaban asociados bajo un mismo concepto: “Football is freedom” terminó aquella entrevista entre risas.

El futbol y la música, finalmente se concretaban a través de la gente, la afición. En Holanda.

La selección femenina de Jamaica, antes de clasificar a Francia 2019 estuvo cerca de clasificar al mundial de futbol anterior, pero hizo una campaña de recaudación de de recursos –por falta de apoyo del gobierno local- a través de Cedella Marley, quien compuso al lado de sus hermanos Damian y Stephen la canción Strike Hard. Cedella declaró: “’Ni siquiera sabía que teníamos un equipo femenino en Jamaica’, dijo Marley al Telegraph. ‘Y me encanta el futbol. Quiero decir, antes de saber que había un equipo de Reggae Girlz, apoyé a los Reggae Boyz. Y todavía lo hago con todo mi corazón. Pero simplemente no lo sabía’”[3].

Aquella tarde en Grenoble, Francia, no sólo fue el debut –con derrota incluida– de Jamaica en el Mundial Femenino de la FIFA, sino también la consecución de un sueño dorado que tal vez, imaginó el mismo Bob Marley mientras chutaba a gol. Aquella tarde Schneider detuvo un penal a Brasil, una pequeña victoria, al menos, de anécdota.

Bob Marley y el futbol es una faceta continua, constante y pasional que permitió que el afamado músico jamaiquino se relajara y se dejara perder en el universo mismo que antes describió. Curiosamente, aquello que le dio tanta vida, también comenzó a quitársela, hay teorías que apuntan que se descubrió cáncer en el dedo gordo de un pie tras un partido de futbol y una lesión que no curó como debía[4].

Con la pelota o la guitarra, Bob Marley disfrutaba y protestaba. Aquellas rastas se movían al compás del balón, y éste, se detenía cuando el reggae comenzaba a sonar… entonces, las rastas también, otra vez.

Schneider despejó el balón y continuó tarareando…

Don’t worry about a thing
‘Cause every little thing gonna be alright
Singing’ don’t worry about a thing [5].

Football is freedom

 

Referencias: