La aventura de no hacer nada. Se dice fácil, pero la costumbre de correr de aquí para allá, como canica en bacinica, es difícil de romper. Así que se necesitan medidas extremas y eso fue lo que hicimos. Este es un relato de nada, literal, porque nos dejamos llevar en un paraíso de agua dulce… y luego en otro de agua salada.