Votación crónica III

  • 6 julio, 2021
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A un mes de las votaciones más importantes de la historia por el contexto socio-político de México, decidí dar cuenta de cómo fue el proceso electoral en la casilla que tuve el honor y privilegio de presidir.

¿Por qué un mes después? Porque no quise meter ruido en una elección histórica como ésta con una crónica de experiencia personal.

El nombre de la serie se explica por sí sólo… fue una votación crónica

Debo admitir que la desmañanada aquel 6 de junio pasó factura. La alarma en domingo sonó a las 6:30 de la mañana, tiempo suficiente para saber que aún quedaba tiempo para despertar cuando sonarán las siguientes alarmas: la de las 6:45, 6:53, 6:58 y 7:00. La cita en la casilla era 7:30 am para empezar a montar las mesas donde estaríamos quienes fuéramos funcionarios de casilla, las urnas; y una vez terminado eso, entonces pedir a uno de los representantes de partidos políticos que firmara TODAS las boletas.

Desafortunadamente, por un problema en las listas de representantes de partidos que nos entregaron tanto a mí como al presidente de la casilla contigua (que estaba en el mismo local a escasos dos metros), la votación que estaba programa para comenzar a las 8 horas, comenzó a las 8:43 pues tanto el capacitador como los representantes estaban averiguando por qué ninguno de los que habían llegado figuraban en las listas. Finalmente, por instrucciones del capacitador, abrimos la casilla y marcamos los folios de las boletas que se utilizaron sin firma de los representantes. Después de algunas llamadas entre el capacitador y el INE, encontramos algunos nombres en las listas contiguas de representantes de partidos políticos. Al tiempo que avanzó la votación un representante de los partidos, quien fue electo entre los que habían llegado desde antes de la apertura iba firmando cada boleta y para nuestra suerte, lo hizo bastante rápido, pues al final alrededor de 30 personas votaron sin esa firma.

A lo largo de toda la jornada electoral el buen ánimo entre los votantes contagió a quienes estábamos encargados de la casilla, muchos nos agradecieron el trabajo que realizamos y otros, incluso, nos preguntaron si necesitábamos algo. Las primeras horas pasaron rápido, pues había algo de gente esperando su turno; al menos en nuestra casilla respetamos la indicación de que sólo dos personas podrían votar a la vez para evitar contagios por Covid-19.

Después de la hora de la comida el tiempo pasó más lento. Hubo muchos lapsos donde no llegaba gente y eso nos permitió darnos algo de tiempo a cada persona de comer. Quiero hacer una mención especial para la promoción de DidiFood, que desde términos mercadológicos realizaron una estrategia que bien vale la pena analizar. Durante el proceso electoral, a través de una funcionaria de la casilla contigua nos comentaron que la empresa daba 140 pesos de “regalo” si demostrabas a través de un código de promoción que eras funcionario de casilla. En mi caso, después de dos llamadas para activarlo y enviar una fotografía de mi designación como presidente de casilla, recibí el regalo. DidiFood premió a quienes fungimos como funcionarios con un código de promoción, que obligaba a utilizar su aplicación y gastar algo extra, pues sólo así se podía utilizar. Hago mención de esto porque independientemente de que muchas marcas “premiaron” a los votantes que mostraban su pulgar con la tinta negra que los certificaba como votantes, Didi se ocupó de los funcionarios logrando recordación de marca a través de la empatía con un público específico. Es importante aclarar que esta mención es porque quiero y desde ese día no he tenido contacto alguno con DidiFood… es más, ya borré la aplicación.

La jornada electoral terminó a las 18 horas como estaba indicado en el manual que nos entregó el INE. Cerramos las cortinas del estacionamiento público donde estaba ubicada nuestra casilla y comenzamos el conteo de los votos, boleta a boleta. Me aseguré que ese proceso fuera completamente transparente y que se contaran los votos hasta en cuatro ocasiones para asegurarnos que no hubiera errores; siempre con la presencia de los representantes de los diversos partidos políticos aunque debo decir que de Morena y los candidatos independientes no llegó nadie en toda la elección.

Los paquetes electorales fueron trasladados a la dependencias específicas por el capacitador del INE, quien además fungió como testigo del conteo de los votos, y custodiadas por una camioneta de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, lo sé, porque yo los acompañe a recoger el paquete electoral de una casilla cercana ubicada en una escuela en la calle de Colima, también en la colonia Roma.

Finalmente, para cerrar esta serie de crónicas y no volver este texto algo eterno, quiero agradecer a las funcionaras y funcionarios de casilla con quienes tuve el placer y privilegio de trabajar en beneficio de la democracia en México. No se reportaron incidentes en mi casilla y cuando dialogué con amigas que también fueron funcionarias, coincidimos en el cansancio extremo que teníamos, que desde mi perspectiva, fue generado sobre todo por el estrés que implicó la jornada electoral. También un saludo para ellas. Especial agradecimiento también para Juan José Martínez, nuestro extraordinario y paciente capacitador del INE.

Notas importantes:

  • Por tratarse de la colonia Roma en la Ciudad de México, debo admitir que mis sospechas de que hubiera peligro en la casilla por suerte quedaron en eso, sólo sospechas. La presencia de policías fue intermitente a lo largo de la jornada electoral, se paseaban alrededor de la casilla sin llamar la atención.
  • Al comienzo de la jornada electoral hubo presencia de un medio de comunicación que tomó fotografías y video del montaje de la casilla; poco antes del cierre, llegó otro medio que hizo un breve enlace grabado con la casilla de fondo.
  • Es importante aclarar que como fue prometido desde el comienzo, el capacitador electoral del INE hizo entrega de $500.00 MXN a cada funcionario y funcionaria durante el día de elecciones por el trabajo voluntario realizado durante las capacitaciones virtuales y presenciales, y el día de la elección.

Aquí dejo algunas fotografías que tomé durante la jornada electoral.

Si quieres ver la primera entrega de esta crónica, visita Votación Crónica, la segunda entrega de esta serie está en Votación Crónica II.

Si llegaste hasta aquí y leíste las tres crónicas, muchas gracias. Deja un comentario de tu experiencia si así lo consideras prudente.

¡Ah! No puedo olvidar aquella boleta tan elocuente que encontré durante el conteo de la casilla contigua. Quienes me conocen pensarán que podría ser mío ese voto, pero yo voté en mi casilla…

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Pingback – Votación crónica II – Alan Amper 8 mayo, 2022

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